El tiramisú es uno de los postres italianos más famosos del mundo. Partiendo de sus ingredientes básicos, bizcochos de vainillas, huevos, queso mascarpone, café y cacao, hay muchas maneras de prepararlo. Esta es una.
Ingredientes para un molde cuadrado de 20 cm:
Para el café:
250 ml de agua
5 cucharadas + 1 cucharadita de café soluble
50 ml de Amaretto (licor de almendras) o cualquier otro ( a gusto), tambien se puede obviar
4 cucharadas de azúcar
Para la crema:
150 g de azúcar
50 g de agua
3 claras de huevo M
4 yemas de huevo M
500 g de queso mascarpone
Otros ingredientes:
-Vainillas, mejor si son caseros -Cacao en polvo sin azúcar
Vainillas muy ligeras y esponjosas que se pueden comer tanto solas como acompañadas de un café o un chocolate caliente, aunque como realmente son más conocidas es por utilizarse como base en la elaboración de algunos postres como el tiramisú.
Ingredientes:
4 huevos medianos
una pizca de sal
100 g de azúcar
80 g de harina de repostería (0000)
20 g de maicena (o cualquier otro almidon)
azúcar glas/ en polvo, para espolvorear
Ingredientes:
4 huevos medianos
una pizca de sal
100 g de azúcar
80 g de harina de repostería (0000)
20 g de maicena (o cualquier otro almidon)
azúcar glas/ en polvo, para espolvorear
Preparación:
Precalienta el horno a 180 ºC.
Mezcla en un bol la harina y la maicena. Reserva para más tarde.
Separa las claras y las yemas. Coloca las claras en el bol de la batidora y las yemas en otro bol.
Empieza a montar las claras con una pizca de sal. Cuando estén semimontadas añade el azúcar poco a poco y termina de montar. Estarán totalmente montadas cuando al darle la vuelta al bol las claras no se caigan.
Por otra parte bate las yemas. Después añade a las claras montadas y mezcla con suavidad, sin batir, utilizando una espátula. Realiza siempre movimientos envolventes de abajo a arriba para evitar que las claras bajen.
Después, añade la mezcla de la harina en tres veces tamizándola sobre el bol, y mezcla con la espátula tras cada adición. Recuerda que debes hacerlo suavemente para que la mezcla no baje.
Una vez que todos los ingredientes se hayan integrado completamente, mete la mezcla en una manga pastelera con una boquilla redonda de 2 cm y dibuja bastones de 8 cm de largo sobre unas bandejas con papel de horno encima, dejando un espacio entre ellos para que no se junten en el horno. Para que todos los bizcochos midan lo mismo, dibuja antes unas líneas sobre el papel utilizando un lápiz y una regla.
Espolvorea a continuación azúcar glas por encima utilizando un colador pequeño y hornea hasta que los bizcochos se doren ligeramente.
Después deja que se enfríen un poco en la misma bandeja, despégalos del papel y colócalos sobre una rejilla para que se enfríen del todo.
Una vez que hayan enfriado, para que se conserven mejor, guárdalos dentro de una lata.
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Precalienta el horno a 180 ºC.
Mezcla en un bol la harina y la maicena. Reserva para más tarde.
Separa las claras y las yemas. Coloca las claras en el bol de la batidora y las yemas en otro bol.
Empieza a montar las claras con una pizca de sal. Cuando estén semimontadas añade el azúcar poco a poco y termina de montar. Estarán totalmente montadas cuando al darle la vuelta al bol las claras no se caigan.
Por otra parte bate las yemas. Después añade a las claras montadas y mezcla con suavidad, sin batir, utilizando una espátula. Realiza siempre movimientos envolventes de abajo a arriba para evitar que las claras bajen.
Después, añade la mezcla de la harina en tres veces tamizándola sobre el bol, y mezcla con la espátula tras cada adición. Recuerda que debes hacerlo suavemente para que la mezcla no baje.
Una vez que todos los ingredientes se hayan integrado completamente, mete la mezcla en una manga pastelera con una boquilla redonda de 2 cm y dibuja bastones de 8 cm de largo sobre unas bandejas con papel de horno encima, dejando un espacio entre ellos para que no se junten en el horno. Para que todos los bizcochos midan lo mismo, dibuja antes unas líneas sobre el papel utilizando un lápiz y una regla.
Espolvorea a continuación azúcar glas por encima utilizando un colador pequeño y hornea hasta que los bizcochos se doren ligeramente.
Después deja que se enfríen un poco en la misma bandeja, despégalos del papel y colócalos sobre una rejilla para que se enfríen del todo.
Una vez que hayan enfriado, para que se conserven mejor, guárdalos dentro de una lata.
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Preparación:
1. PREPARATIVOS:
· Los bizcochos: Aunque puedes comprar los bizcochos, yo te recomiendo que los hagas tú mismo el día anterior de montar el postre; están mucho más buenos. El resto de preparativos los puedes hacer el mismo día.
· El café: Prepara un café muy fuerte con agua y café soluble. Calienta el agua en el fuego o en el microondas y mientras tanto pon el café soluble en un bol. Cuando el agua esté caliente, añádela al bol y remueve con una cuchara para que se disuelva. Después añade el azúcar y el Amaretto y vuelve a remover. Por último deja que el café se enfríe mientras preparas la crema.
· La crema: Remueve el azúcar y el agua en un cazo pequeño y ponlo a fuego medio para hacer un almíbar. Una vez en el fuego es mejor que no vuelvas a remover, ya que si se lo haces cuando ya ha empezado a hervir, el azúcar puede cristalizar. Utiliza un termómetro para caramelo y cuando el almíbar alcance los 110 ºC empieza a montar las claras en el bol de la batidora. Cuando alcance los 121 ºC retira el cazo del fuego, baja la velocidad de la batidora y vierte sobre las claras lentamente y a chorro muy fino. A continuación vuelve a subir la velocidad y continua batiendo hasta conseguir un merengue muy consistente.
En otro bol bate las yemas. Después añade el queso (que al igual que los huevos deberá estar a temperatura ambiente) y bate bien para que se integre.
A continuación añade la mezcla a las claras montadas y mezcla con suavidad, sin batir, utilizando una espátula. Realiza siempre movimientos envolventes de abajo a arriba para evitar que las claras bajen.
· El molde: Corta una hoja de papel de horno por la mitad y coloca las dos mitades en forma de cruz en el fondo de un molde cuadrado desmontable de 20 cm. Coloca encima una base de cartón para tartas del mismo tamaño que el molde. Después sujeta el papel de horno a las paredes del molde con pinzas para que no se mueva.
MONTAJE:
2. Sumerge uno a uno todos los bizcochos en el café, escúrrelos y colócalos sobre la base de cartón. Coloca uno al lado del otro hasta cubrir toda la superficie.
3. Vierte la mitad de la crema encima y extiéndela con ayuda de una espátula procurando que la superficie quede lisa. No es necesario que quede perfecta.
Fuente: Little wonderland
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